viernes, 17 de septiembre de 2010

SONETO CASI PERFECTO

Sin cometer desvaríos y torcidos
divaga mi espíritu por aguas mansas,
con las sonrisas muertas las manos cansas
por el camino de los recuerdos idos

Sueña, que sueña los tiempos plácidos
donde mi risa y mi mente alcanza
y para convertir en hecho la alianza
no resiento mis deseos perdidos.

Respiro hondo con cada bocanada,
el aire que a mi boca entra enmohecido,
y por no llorar mi alma abandonada,

un dolor me complace desprevenido
el de verte mañana aventajada,
feliz, como nunca yo he podido.

2 comentarios:

nina dijo...

Otro día me enamoraré, no hoy.
Hoy déjame ser cuerpo,
fiebre que mata y cuida,
llave que guarda un secreto
palabra desconocida.

JAVIER ENRIQUE dijo...

El fuego es origen al fin y al cabo
el secreto de la palabra desconocida se encuentra en las cenizas de la memoria.